jueves, 26 de mayo de 2011

Stay strong.

Por la ventana de mi habitación puedo ver como la luz se va apagando poco a poco. Con todo tan oscuro no me dan ánimos para seguir, sólo ansío la llegada de mi fin.
Se me hace tan imposible andar, me falla el alma, no me quedan motivos para continuar.
Y entonces llega ese momento en el que caigo hacia abajo, sin poder levantar.
Pero aparece de repente una voz amiga que me dice: ¿Por qué preocuparse por motivos insignificantes?
¿Por qué el miedo? ¿Por qué la cobardía? ¿Y por qué el llanto?
A veces las cosas no tienen sentido, pero tú debes darle sentido a la vida, a las sonrisas, al día y a la noche, a ti mismo.
Es muy fácil llorar, pero difícil es limpiar las lágrimas de tu rostro. Por eso hoy amigo fiel, aquí está tu consejero que te brinda la fuerza que le queda.
Así que tenlo siempre presente.
Mantente fuerte.

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