sábado, 21 de mayo de 2011

Eternamente en mí.

Ella es mi fuego, mi único deseo, lo único que siempre voy a pedir que permanezca a mi lado, que no me la quiten más de lo que ya lo hicieron, porque nunca jamás en la vida va a existir nadie que me haga tan feliz como ella. Ella me hace sentir viva con sólo un latido. Ella me hace llorar si no está cerca, me hace reír cuando me abraza, me hace extrañarla cuando se aleja. Ella es la única capaz de hacerme sentir especial, única, la única que sabe quererme de la forma más maravillosa que se puede imaginar.
Ella para mí es mi eterno ángel caído del cielo, un ángel que ha volado sin mí, y me duele constantemente su ausencia, me duele en el alma, y siento que me falta la parte más grande de mí.
Ella sabe que es la razón por la que sigo existiendo, la que me ha hecho seguir luchando día a día, con o sin ella, y seguiré haciendolo siempre que exista ese motivo que me hace permanecer a su lado, y es que la amo, siempre la amaré.
Ella me entregó la llave de su corazón.

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