miércoles, 2 de noviembre de 2011

Corre.

Correr es el espirítu de la juventud. Es la esencia de la libertad. Sientes que eres completamente libre, que eres capaz de volar. Te sientes lejos de cualquier universo paralelo al tuyo. Solo quieres contemplar como todo pasa a tu alrededor muy rápidamente. Cada vez más. Más.
Correr es querer sentir que estas vivo, y que quieres seguir estándolo. Correr es querer vivir al máximo, querer sacar toda tu energía. Y correr lejos. Muy lejos. Quién sabe a dónde.
Existen aquellos que corren simplemente para sentir el viento fresco apartar sus cabellos y que sus corazones llegue al límite de su capacidad.
Pero también existen aquellos que corren para escapar. Para huir de eso que le haces daño.
Algunos pueden llamarlos cobardes. Yo pienso que a veces las personas necesitamos estar solas. O simplemente alejadas de la rutina. De ese entorno que nos agovia, que se nos viene encima.
Necesitamos escapar aunque sólo sea por unos instantes. Viajar a otro lugar que nadie conozca y donde nadie nos pueda encontrar.
Ese es el mecanismo de la vida. Correr para vivir, correr para escapar.
Vamos a correr hoy juntos. Vámonos. Cógeme de la mano y seamos libres. Iremos lejos. Vamos a ser jóvenes. Tanto que correremos muy rápido. Como jamás lo habiámos hecho.
Llegaremos a un lugar inimaginalble.
Juntos volaremos hacia nuestro nunca jamás.