viernes, 13 de mayo de 2011

Realidad.

La belleza de la vida y la felicidad, la realidad en nuestra alma.  Cuesta alcanzar dicha continuidad en nuestro sonreír, en nuestro querer estar, y cuesta más olvidar.
Pero extrañar es más fácil, las lágrimas salen solas, y el dolor duele menos, se acostumbra en nuestro cuerpo. Y debemos impulsar nuestro cuerpo al cielo, dejarnos llevar, quizás hoy estemos preparados para decirle a la vida, sí.
Quizás sea el momento de tomar un nuevo camino, un nuevo amor, enamorarse, desenamorarse, sufrir, amar, sentir. Es el momento de vivir la vida tal y como es, haciendo cada momento especial, realizado. Hoy debemos sentarnos en la hierba y rodar lejos, muy lejos. Hoy quiero encontrarte al final de mi camino lleno de sensaciones.
Hoy debemos mirar a esa persona y decirle te quiero sin darle explicaciones, sin hacer nada más. Hoy cruzaremos el abismo para rozar el tacto suave de algodón de azúcar llamado nube que se posa en nuestra piel y nos hace libres, nos convierte en personas.
No sirve de nada preocuparse porque el Sol no salga hoy como queremos. No sirve de nada enfadarse porque hoy no te den un abrazo. Tu sonrisa es el mejor regalo que puedes hacerle al día a día, y sin querer, y sin saberlo, puede ser que alguna persona sea feliz al contemplarla.
Las notas musicales corren por mi cuerpo, y eso es motivo suficiente para despertarme esta mañana, y se puede reflejar en la transparencia de un espejo la realidad, realidad que siempre nos asombra, siempre nos acompaña, como nuestra propia sombra.

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